lunes, septiembre 15, 2008

Interludio: Death Magnetic

Metallica me encantaban de adolescente. Master Of Puppets fue un hostión en medio de la cabeza. And Justice For All era francamente bueno, por mucho que a la batería le sobrara todo el volumen que le faltaba al bajo. Ride The Lightning, disco que recuperé a posteriori era la repolla y Kill'Em All tenía su gracia, aunque se les notara demasiado primerizos.

Después llegó el Metallica, el disco negro. Todo el mundo flipaba en colores con él, pero a mí me sonaba raro. No era lo mismo que los cuatro discos anteriores. Enter Sandman, Sad But True o Wherever I may roam sí que eran típicos temas Metallica (algo más suaves y melódicos, quizás), pero había cosas que no cuadraban. Sonaba distinto.

Cinco años después, el apocalipsis. El despreciado Load, el disco alternativo de Metallica. Aunque empezara con Ain't My Bitch, tema que no habría descuadrado demasiado en el disco negro. Aunque Until It Sleeps sea uno de los mejores temas de toda la carrera de la banda. Aunque rompa demasiado con And Justice For All, pero teniendo en cuenta el disco negro sea una evolución lógica que ya había empezado. Se despreció al grupo por hacer un disco para los niñatos de la MTV en lugar de para los fans de toda la vida. Que cabrones, que quieren ganar pasta. Pero bueno, seguro que es una fase y el siguiente mola de verdad. El siguiente fue el Reload, y siguió en la misma línea. A estas alturas, y ocho años después del último disco realmente bueno del grupo, muchos jevis de toda la vida habían (habíamos) desertado ya. Y entre directos churreros con orquesta (un infumable S&M) y discos de versiones (Garage "no tengo nada nuevo que contar" Inc.), Metallica se había convertido en un chiste. En unos Spinal Tap venidos a más.

St. Anger era el disco que supuestamente nos iba a devolver a los Metallica cañeros de toda la vida. Y lo que fue es un mojón. Un disco con una calidad musical inferior a los Mojinos Escozíos y con un sonido que riete tú de las maquetas que grababa yo a los 18 años con mis colegas, poniendo el casete en el suelo a grabar el sonido de ambiente. Y en España, país no muy propicio para el metal, llegó a ponerse en el nº 2 en las listas de ventas. Tócame los cojones, que vengo de vendimiar.

Reconozco que no terminé de escuchar St. Anger nunca. Que Frantic era una tomadura de pelo y St. Anger, la mejor canción del disco, era muy floja. "Que se vayan a tomar el pelo a su santa madre". Vamos, que Metallica enfermaron en el 91, se pusieron muy malitos en el 96 y murieron en el 2003.

Después de llevar oyendo el "que ahora sí, que volvemos al sonido de siempre" durante 9 años, tenía tantas intenciones como ninguna de escuchar el nuevo disco. Que un rollo macabeo más era de esperar y una pérdida de tiempo. Vamos, que Death Magnetic se iba a quedar en el saco de esos miles de discos que salen cada mes y no reciben ni una mísera oportunidad. Por tiempo, más que otra cosa en la mayoría de los casos. Por desprecio a un grupo acabado con batería que es un imbécil integral en el caso que nos ocupa.

Y no sé ni cómo ni por qué acabé oyendo uno de los temas del disco, My Apocalypse. Antes de haber leído ninguna crítica sobre el disco, y teniendo como única influencia mis prejuicios personales. Y va y me gusta. Coño, qué cosas. Esta debía ser la que vale la pena del disco. Comentado con Alberto scarvenger me dice que hay otra que está bien. Oigamos a ver. The Day That Never Comes es otro buen tema. Coño, pues oigamos el disco entero. A ver si va a resultar que el borracho de Hetfield y el imbécil de Ulrich se han redimido...

Y sí, se han redimido. Es un disco de metal, a diferencia de Load y Reload. Y es un buen disco, a diferencia de St. Anger.

No es Master Of Puppets. Pero es que Metallica no es el mismo grupo de hace 22 años. Ni son tan jóvenes ni tan inocentes. Difícilemente podrían sacar un disco similar. Pero es un disco energético, con canciones de calidad, maduro.


¿Peros? Sí que hay un par de ellos. Quizás los temas sean demasiado largos (una media de siete minutos y medio por canción) y la voz suena demasiado bajo. Por lo demás... un disco francamente bueno. Sorprendido me he quedado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tendré que darle una oportunidad...

Y coincido contigo en casi todo acerca de la discografía de Metallica menos en una cosa: el Garage Inc. mola.

Saludos.