lunes, septiembre 29, 2008

Es que hay que ser tonto...

Sabiendo que los 18 años es una edad en la que la mayoría de las personas tienen la cabeza a pájaros, permitirles votar a esa edad me parece demasiado benévolo. Optimista, incluso. Inocente.

Hay algunos que a los 40 siguen sin madurar, y que su nivel de capacitación intelectual no va a superar jamás el nivel de si tal árbitro es un cabrón o si cuál lumi se folla al medio centro del Mollerusa F.C. Pero podemos reconocer que entrada la veintena la gente empiza a poner los pies en el suelo. Que dejamos de oír cosas como "no sé si votar a Iú porque las fiestas del Pecé molan mogollón o al Pepé porque jodó lo buenas que están las pijas" (escuchado más o menos literalmente a uno de mis alumnos que se acercaban a la mayoría de edad).

Sabiendo tal cosa, no es de extrañar que haciendo esto:

Austria, primer país europeo que instaura el voto a los 16 años


se obtenga esto otro:


Ahora, a ver a quién le arrean detrás de las orejas como a los conejos, que se lo tiene merecido por lerdo.

Cada día me pregunto menos por qué mis entradas con etiqueta "política" suelen llevar también la etiqueta "estupidez humana".

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