sábado, junio 14, 2008

Negociación

Imagínate que tienes dos hijos. Uno de ellos está enfurruñado porque el bocadillo que le das para el recreo se le queda corto y se queda con hambre. Imagínate que para solucionar la situación, te acercas al otro y le dices que además de su bocadillo le vas a dar un bollo de postre.

Ahora piensa en cómo se han cerrado las negociaciones de la huelga de transportes.

viernes, junio 13, 2008

Strike!

Creo firmemente en el derecho a la huelga. Si te tocan las narices es totalmente necesario, además de lícito, tener una medida de presión para poder reivindicar tus derechos.

También creo que las huelgas no siempre se usan de forma apropiada. ¿Que llegan elecciones y la derecha tiene todas las de ganar (frente a la derecha que dice ser de izquierdas)? Pues una huelga general y a que el populacho inculto piense que hay que cambiar de gobierno. Que seguro que algún pringado hay por ahí que se cree esas memeces y todo. Es por esto que no creo en lo movimientos sindicales en España. Son el brazo armado de ciertos partidos políticos y no tienen independencia ninguna.

Pero lo que me toca los cojones de sobremanera son los piquetes. Escoria subhumana que pretende que su derecho sea nuestra obligación. Muy bien, nenes, muy bien. Seguro que vosotros sois los que encima berreáis "fascista" a todo el que no baila el paso del ganso a vuestro ritmo. Vosotros, los que rajáis ruedas a los que no se acojonan ante vuestra hedionda presencia, los que apedreáis al que intenta hacer su vida de forma distinta a la vuestra, los que intentáis quemar viva a la gente.

¿Sabéis una cosa? Cuando se llevan por delante un piquete, no lo lamento. No me da pena. De hecho, a veces me gustaría tener menos principios morales, ser más violento y tener la cabeza más vacía para hacerlo yo mismo.

Contra vuestro derecho a vuestra forma de hacer huelga, deberíamos tener derecho a responder de forma proporcionada. El inglés tiene una curiosa coincidencia: la palabra strike significa tanto "huelga" como "golpe". Qué apropiado.

miércoles, junio 11, 2008

Los cojones

Que quieren tenernos fichados, dicen por ahí. Que digamos quiénes somos y cómo pensamos para que se sepa si la información que damos es fiable o no.

No me sale de las pelotas.

No me importa decir aquí que tras Myca Vykos está Enrique Acebes Jiménez, madrileño casado de 35 años orgulloso de serlo y exiliado voluntariamente en Burgos. Fan de la ci-fi, los tebeos de superhéroes y apasionado del hard rock de los 80. Alérgico a la fantasía heroica, al 99% del manga y los dibujos animados japoneses, a la plata en el meñique de la mano izquierda y al sol en todo el cuerpo.

Políticamente me describo como libertariano (ya he hablado de ello en ocasiones anteriores). Una corriente política que no tiene representación en España, así que con lo que hay podría decir que estoy escorado hacia la derecha. Sea como sea, enemigo radical del pensamiento único, motivo por el cual rescindí mi militancia en el PP hará 6 o 7 años y no me planteo volver a ningún otro partido. No, al menos, hasta que la libertad de pensamiento no esté mal vista.

Lo dicho, no me importa decirlo aquí. O cara a cara a quien sea. Pero no paso por registrarme ante ningún tipo de organismo oficial. ¿Qué será lo siguiente, tener que registrar tu ideología para poder hablar de política con los colegas en un bar alrededor de unas cervezas? ¿Y lo siguiente? ¿Restringir ideologías?

No, señores. No estamos en Cuba, ni en China, ni en la URSS. Si quieren actuar como tales, que vengan con los tanques, que a lo mejor les planto cara. Treinta y tantos años viviendo en Móstoles sirven, como mínimo, para tener bien aprendido desde pequeñito que si vienen a tocarte las narices se responde tirándoles a la cabeza lo que tengas a mano. Aunque sea una cacerola o un orinal.

A lo que íbamos. ¿Registrarme? Los cojones.

(Y no, no son los míos. Es una imagen que he encontrado por ahí)