martes, octubre 04, 2005

The eclipse and the mother who gave birth to it

Me pregunto cuánta gente se ausentó ayer de su puesto de trabajo para ver la parida number one del día. Joder, que sólo es un cambio en la luz del cielo. Como cuando se nubla, pero con la diferencia de que cuando las nubes son las que ocultan el sol la luz no te funde los ojos.
En fin, allá cada cual. Pero me gustaría saber a cuánto ascienden las pérdidas derivadas de los cuatro putos minutos en todo el puto recorrido.
El menda no se movió de su puesto (bueno, salvo para ir a la sala de fumadores a echarme el pito de la hora en punto).
Y aún así tengo jaqueca. Y por si fuera poco, me salió una calentura. Eso sí, tardó menos de 5 minutos en aparecer. No sabía que pudieran salir tan rápido.
Si esto ha sido por el dichoso eclipse, ¿que pasará si un día hay una alineamiento de todos los planetas del Sistema Solar, al estilo del Total Eclipse de Marv Wolfman? ¿Fiesta nacional? Ay, Diso...