martes, agosto 05, 2008

Lo dejo (y IV)

Síntomas del mono del tabaco:
  • Intranquilidad, ansiedad. Lo tengo.
  • Irritabilidad, nerviosismo. Bingo.
  • Frustración, Rabia. Ni te cuento.
  • Tristeza, melancolía. La mala hostia no me deja sitio para eso.
  • Dificultad de concentración. Algo más de lo normal, sí.
  • Cansancio, inapetencia por las labores habituales. No, la verdad es que no.
  • Insomnio. Llevo dos días despertándome cada media hora.
  • Estreñimiento. Pues no, pero lo que me faltaba.
  • Dolor de cabeza. Hasta hoy no lo tenía.
  • Intenso deseo de fumar. Desde el puto primer minuto.
  • Aumento del apetito. Podría ser, aunque siempre he sido un poco tragaldabas.
Resumiendo... ¡Deja de fumar! ¡Es bueno para tí! ¡Te sentirás más jodido de lo que hayas estado en tu vida!

1 comentario:

Anónimo dijo...

No es que dejar de fumar aumente el apetito, es que dejar de fumar provoca ansiedad, sensacion de apremio y necesidad que se centra en los nervios de la boca del estomago y que si no la procesas conscientemente pasa indefectiblemente por sensacion de hambre. El problema es que no se pasa comiendo, sino que persiste. En las mujeres ademas ésto suele provocar sensaciones de malestar añadidas, por la culpabilidad de comer sin medida.
Lo importante en este caso es revisar conscientemente las sensaciones y darse cuenta de que la sensacion es ansiedad y no hambre y hacer algo al respecto, como pensar intensamente en otra cosa, a ser posible algo que nos guste, cambiar a alguna actividad que nos exija concentracion, o practicar algun deporte. Y siempre siempre, tirar de fuerza de voluntad para "pasar" de la ansiedad.

Animo! lo estás haciendo genial!