viernes, agosto 01, 2008

Interludio: Lo siento por vosotros

Estimados no fumadores,

Llevo horas entre vosotros y ya os compadezco. ¿Cómo podéis soportar vivir en un mundo así?

¡Todo apesta!

La intensidad de los olores es insoportable. La higiene en las personas es deficiente. El humo de los coches, omnipresente. Los olores de las floristerías, empalagosos.

Me habían dicho que cuando dejara de fumar recuperaría el sentido del olfato. "Ya será menos", pensaba para mis adentros. No creía posible que los olores pudieran tener más intensidad. Ponía por ejemplo una vez, en un vagón de metro en Madrid atestado, que le dije a la jefa "mira, aquella chica lleva el mismo perfume que tú". Aquella chica estaba a 5-7 metros de nosotros y entre medias había 10 o 12 personas. "Menos lobos", me contestó. Pero se acercó a comprobarlo y era cierto.

No es posible tener más olfato que eso, ¿verdad?

Si alguien me hubiera avisado de que sí es posible, de que un olor puede llegar a marear, a ser insoportable, no lo habría ni siquiera intentado. Y si hace nueve años identifiqué el perfume de aquella chica a 5 metros, hoy he notado como un chico se encendía un cigarro a 30 metros.

Todavía no descarto reengancharme voluntariamente (a la vuelta de NY, por supuesto). Como método de protección, básicamente. O eso, o me quemo los receptores olfativos. Ya iremos viendo.

1 comentario:

El Tete dijo...

Tranqui, el shock inicial es normal. Es como cuando Matt Murdock se quedó ciego. Al final aprenderás a filtrar el exceso de información sensorial.