domingo, mayo 24, 2009

Pirateo audiovisual

Tenemos una ministra de cultura que está asustada por el hecho de que la cultura se difunda gratis por internet. Y me parece muy bien, cada uno tiene derecho a asustarse con lo que quiera. A unos les da miedo internet, a otros les dan miedo los zombies (a mí me dan pena), y a mí me dan miedo las arañas y los niños. Pero lo de la cultura en internet lo veo, más que como un peligro aterrador, como la pérdida de una patente de corso que un colectivo privilegiado venía teniendo desde tiempo atrás.

Me explico.

Si yo voy a una tienda y me compro unos pantalones (vaqueros, con algo de campana, talla 48) y llego a casa y veo que la tela es de mala calidad y no da la talla que he comprado, vuelvo a la tienda y pido que me los descambien. Si me devuelven el dinero o me lo cambian por otro artículo es otro cantar, pero la morralla se la quedan ellos. Si en unos grandes almacenes me compro un electrodoméstico que no tiene la calidad deseada (una nevera que hace ruido, un microondas con menos potencia de la anunciada...), pido que me lo descambien y nadie pone ningún problema. Pero hay dos casos en los que te mandan un poco a la mierda en la política de descambios por producto insatisfactorio. El primero es comprensible, el segundo es grotesco.

El primero es la ropa interior. Y me parece bien, coño. Que viví 34 años en Madrid y más de 15 como usuario habitual del transporte público. La gente es sucia y huele mal. Me da bastante grima la idea de comprar un calzón que puede haber llevado un tipo sudoroso incapaz de recordar la última vez que se lavó los bajos.

El segundo son los productos audiovisuales. Y aquí está el meollo del tema.

En cualquier tienda te dicen que no te descambian un cd o un dvd si está abierto, a no ser que sea por otro igual. Vamos, que comprar música o películas se convierte en una apuesta a ciegas. ¿Merece la pena tal disco o tal película? Te tendrás que fiar de lo que te enseñen, que nunca es todo. De las películas te tienes que fiar del trailer, aunque no sea ni minimamente representativo. No sería la primera vez que un trailer magnífico esconde detrás un bodrio de proporciones épicas. Los seguidores de la serie de televisión El Séquito recordarán el caso de Medellín. En el caso de la música... ¡hey, en la radio puedes escuchar lo que vas a comprar! Pero hay un pequeño detalle. En la radio te ponen el hit single del disco, ese temazo memorable que supuestamente hace que valga la pena dejarse los 20 euros de vellón que suele costar un disco. Lo que ocurre es que en ese cd hay otras nueve o diez canciones más, y hay ocasiones en las que escupirías a la cara del que las ha compuesto, y tras ello te flagelarías por haber hecho el canelo de semejante manera. ¿Ejemplo? Pues el último, Have A Nice Day de Bon Jovi. El tema título -y primer single- es memorable. De esos que siempre metes cuando haces un recopilatorio del grupo. ¿El resto del disco? ¿Merece la pena perder tres minutos de tu vida escuchando Welcome to wherever you are, Last cigarette o Wildflower? Merece la pena pasar tres minutos pateando una entrepierna, lo que no se es si la de Jon Bon Jovi por componer esos bodrios, o la del productor que dijo que eso eran temas dignos de ser editados.

¿Y a qué viene todo esto? Internet ha traído la posibilidad de escuchar antes de comprar. De darte cuenta de cuándo un disco es realmente bueno y merece la pena o cuándo es un mero sacacuartos. ¿Estoy diciendo que yo me bajo música? Pues sí, pero eso no implica que haya dejado de comprar discos originales. Despues de pringar con Have A Nice Day, pruebo antes de comprar. Y el siguiente, Lost Highway, se quedó en la estantería después de oír que tenía una canción mediocre y el resto era basura. Pero también hay que decir que Gothic Kabbalah de Therion se vino conmigo tras sólo una oída, así como el Live In Switzerland de Gotthard o A Matter Of Life And Death de Iron Maiden. Y no sólo eso, también bajarse discos de internet sirvió para constatar que St. Anger de Metallica era una de las mayores ponzoñas que he oído, pero que con Death Magnetic se han redimido por completo y puede que sea uno de los mejores discos que he oído en los últimos años.

¿A quién tiene entonces que asustarle internet? A los que no confían en la calidad de su producto. A los que son plenamente conscientes de que son mediocres, de que si se sabe qué es lo que realmente están intentando vender se van a comer los mocos.

¿Sabes qué te digo? Que se jodan. Si la estrategia de esta gente es confiar en que el comprador se confunda para llevarse su dinero, no puedo evitar desearles el más absoluto de los fracasos. Pero tranquilos todos, que el tiempo pone a cada cuál en su sitio. Y los que hacen buenos trabajos, por mucha piratería que haya, se van a forrar. Y los que hacen basura, tendrán que recurrir a tácticas miserables para poder seguir viviendo del cuento.

Y ya que hablamos de Metallica y Death Magnetic...

4 comentarios:

Vampi dijo...

Estoy de acuerdo en que no tiene por que ser "Asustante" que los libros los pueda leer cualquiera y sin pagar, despues de todo esa señora no debe conocer algo tan simple como las bibliotecas publicas, donde, oh, sorpresa, puedes hacer eso mismo.

Es mas, alguien debería contarle que hay una malísima costumbre que consiste en que las personas se dejan los libros unas a otras! sin volver a pagar! figurate. Montones de personas leyendo un libro que solo ha pagado la primera. (indignante)

Pero por otro lado, lo que no puedo por menos que sorprenderme es que creas que todo el mundo es como tu, que te bajas un disco y si te gusta vas y acoquinas el parné como si creciera en los arboles. Te voy a contar un secreto: La mayoria de la gente se baja las cosas y ohhh... nunca mas se acerca a la tienda de discos. Y aun mas, se baja las series y ¡luego no se compra los packs de temporada! ¡¡Por que ya lo ha visto y ya lo tiene!! (increible)

Enrique A. dijo...

Y yo que quiero comprarme Battlestar Galáctica y no puedo, porque la miniserie no está en ninguna tienda...

pepito piscinas dijo...

estoy de acuerdo contigo.... pero tiene razón Vampi, no todo el mundo compra, y yo con las series, no las compro después, pero por falta de sitio para guardarlas...
sin embargo, el tema del cine lo veo más problemático; porque la mayoría de la gente ve una peli recién estrenada, y pasa de ir al cine (còmo parece normal). En eso soy bastante purista, si me interesa una peli en cartel, voy a verla, nunca me la bajo, pero reconozco que sí me bajo los clásicos que no he visto... pero no me importaría pagar una cantidad, en plan alquiler... no sé, tiene que haber formas de que todo el mundo quede contente....

jarosinhood de los bosques dijo...

Pues nene, yo he tenido la miniserie de Galáctica más de una vez en las manos en el Mediamarkt... La próxima vez que paso lo miro si me acuerdo.