La historia de la relación con las mujeres en un varón estándar es un camino espinoso.
Cuando empiezan a interesarte las chicas, a principios de la adolescencia, te dan algo parecido a miedo. Las miras con curiosidad pero sin saber a qué atenerte, como al terrario de serpientes del zoo. En algunos casos, la comparación es apropiada y todo.
Más adelante, cuando ya tienes claro que tú también quieres resultar interesante al otro lado, a eso de los 14-15 años, tienes que ser el más macho del lugar. Y ser el más burro es la forma de demostrar que eres el más macho. Aún tardamos unos años en darnos cuenta de que esa técnica está condenada al fracaso.
Poco a poco, la violencia va dejando paso a la chulería. No hace falta ser el que salta más alto, ni el que parte la tabla más gorda de un puñetazo, ni el que se ha metido en más jaleos con los compañeros de clase. Pero un verbo florido y una actitud prepotente seducirá a más de una. Al menos momentáneamente.
Y justo antes de llegar a la fase definitiva, la de "si te gusto como soy, bien, y si no, puerta", pasas por una en la que, como reacción a toda la testosterona pasada (y aún presente, pero disimulada) pretendes demostrar que tienes sentimientos. Que eres un tío tierno y sensible. ¿Y qué mejor forma que hacer ver que tienes una serie de cintas de cassette (eh, nací a principios de los 70, compré mi primer CD pasada la veintena) llenas de música romántica y melancólica. Para un tipo normal, estará llena de moñadas de los Platters, los Righteous Brothers, Otis Redding, U2, los Beatles y gentuza similar. Pero, oh, resulta que el que suscribe es jevimetalero de pro y tiene que levantar el puño ondeando las melenas al viento hasta para ser tierno. Lo cual tampoco es un problema, porque todos habéis oído alguna vez eso de "las mejores baladas son las jevis", que, por cierto, es rotundamente cierto. Las mejores baladas, las mejores canciones cañeras, los mejores medios tiempos, las mejores canciones fiesteras y los mejores todo. Los jevis somos la hostia y punto. Y viva la señora madre que nos parió (la señora Josefa, en mi caso).
Dejando de lado la exaltación de la superioridad metalera, venía a rememorar los grandes éxitos de esas cintas de 90 minutos (que en mi caso llegaron hasta el volumen 11)... en orden puramente alfabético, por cierto.
18 and life - Skid Row. Cuando Bon Jovi estaba plenamente establecido como figura puntera del Hard Rock, se dedicó a descubrir y apadrinar grupos nuevos. Skid Row y Cinderella fueron los más notables. Mala baba adolescente, un cantante guaperas, himnos hard y baladas bonitas. La receta para el éxito que llegó con su primer disco, y habría seguido si los egos de los niñatos se hubieran quedado en su sitio. Sea como sea, 18 and life es una de las power ballads más memorables de la historia.
Africa - Toto. Llega un momento en el que eso de Rock Para Adultos empieza a llamarte la atención. Será que te haces mayor. Y en toda recopilación de AOR (Adults Oriented Rock, significa el término) que se precie, habrá algo de Toto, y casi siempre es este Africa. Igual no es un tema del todo romántico, pero no desentona.
Alone again - Dokken. La receta de la voz dulce, los estribillos pegadizos y el cantante guapetón no fallará nunca, ni en el rock, ni en el pop, ni en ningún género. Y Dokken, de no ser por el guitarrista George Lynch, no habría sido especialmente memorable. De hecho... ¿ha escuchado alguien algún disco del grupo tras la partida de este hombre? Me lo temía.
Always - Bon Jovi. La primera frase del comentario sobre Dokken no deja de ser aplicable en este caso, pero es que además Always, no siendo ni de lejos la mejor balada de Bon Jovi (ese honor estaría en Living in sin o I'll be there for you), es una recopilación de todos los tópicos de la power ballad. Es como dejar a una chica diciendo "no es por tí, es por mí, necesitamos tomarnos un tiempo para pensar" y todo eso. Desde la melodía melosa hasta la presencia de unos guaperas y jovencitos Jack Nosaeworthy, Keri Russell y Carla Gugino en el videoclip, pasando por la moñez de "I will love you, baby, always" en el estribillo.
Another day - Dream Theater. Alguna canción hay que meter que no sea sólo para ellas, ¿no? Por muy moñas que haya que ponerse, algo de música de verdadera calidad se agradece. Este tema no estorba, pero desde luego que no es el momento de lanzar el ataque definitivo.
Before the dawn - Judas Priest. Este tema siempre ha sido un inesperado fracaso. Sí, es un tema lento. La melodía es muy bonita. La letra... más desamor que amor, pero ya he mencionado que las conquistas que caían con una cinta que pone "Baladas nº 4" no eran precisamente bilingües. Pero parece que nadie más que yo le coge el punto a esta canción. Pero me da igual, me encanta y aquí está.
Believe in love - Scorpions. Sí, por supuesto que tenían que aparecer por aquí Scorpions. Pero dado que estoy hasta los cojones de Still Loving You (más o menos, desde hace 20 años), pongo esta, a mi modo de ver, mucho mejor canción de su disco más injustamente olvidado, el Savage Amusement. Además, esta canción en su día fue símbolo de la caída del comunismo, con lo que tiene un valor sentimental añadido :-)
Carrie - Europe. ¿Quién no cayó en las redes de los suecos en los 80? ¿Quién no encendió un mechero por Carrie? ¿Quién no meneó los pelos con Rock The Night? ¡Si hasta Alianza Popular sacó una melodía electoral que era clavada a The Final Countdown!
Close my eyes forever - Lita Ford. Tierna, lo que se dice tierna, no es. Bonita, lo que quieras. Eso sí, a Lita la habríamos hecho un hijo más de uno en aquella época. La versión original era un dueto con Ozzy Osbourne. Y sí, el tarado de Ozzy hizo cosas buenas en su día. Cualquiera lo diría, oyendo lo que ha hecho en los últimos 15 años...
Courage - Manowar. Eh, ¿qué pasa? Si ellas pueden mojar las bragas, nosotros tenemos derecho a mojar los gallumbos, ¿no? Una balada para levantar los puños, hijos del metal.
Cryin' - Vixen. Un grupo formado por cuatro nenas monas (ay, esa guitarrista, cómo estaba...) haciendo música de lo más normal. Producto prefabricado, que no era lo más destacable de la época, pero desde luego no era lo peor. La canción... bah, no estaba mal. Si hubiera sido un grupo de tíos no creo que hubiera pegado ni la mitad. Love Is A Killer, de su siguiente disco, era mucho mejor, pero no tenía un videoclip con cuatro macizorras levantando hormonas a su paso.
Don't Know What You Got ('Till It's Gone) - Cinderella. La voz del cantante de este grupo recuerda a AC/DC, pero sin apartarse mucho de las lentejuelas y las mechas de sus mecenas. Memorable este tema, por cierto. Aunque más que de arrimar la cebolleta es una canción de sentarte en el sofá y ver la lluvia caer al otro lado de la ventana.
Every rose has its thorn - Poison. La definición de balada moñas. Tierna, con voz dulce, con solo de guitarra relajado, con chicos guapetes (aunque en las fotos del primer disco no quedaba muy claro el género de estos cuatro), y con chorraletra monita.
Fly to the angels - Slaughter. Si tu novia es heavy también, este tema es una triunfada segura. Si no... quizás la voz de Mark Slaughter sea un poco más aguda de lo que ella pueda soportar.
Forever - Kiss. Otra recopilación de tópicos como Always, incluyendo a Michael Bolton haciendo coros. Tanto es así, que en la VH1 quedó como la tercera peor canción de metal de la historia. Bueno, teniendo en cuenta que en esa lista están Here I Go Again de Whitesnake o The Last In Line de Dio, no cabe más que decir que los que la hicieron son unos bobos de los cojones.
Heaven - Warrant. De su primer disco, Dirty Rotten Filthy Stinking Rich, típica banda de rock americana de los 80. Tipos guapitos de pelos cardados, baladas memorables y problemas con el alcohol. Por cierto, Heaven es un título bastante típico para una balada ochentera. Me vienen a la cabeza una de Bryan Adams y otra de Tigertailz, además de esta.
Hell is living without you - Alice Cooper. Y si los moñas de Warrant hablan del cielo, el macarra de Alice Cooper saca el infierno. Otra canción que a mi me parece preciosa pero no levanta pasiones entre las féminas...
High enough - Damn Yankees. Qué grande, Ted Nugent. Un tipo que está a favor de todo lo que parezca paleto y retrógrado, y resulta que es el intérprete de uno de los temas más tiernos jamás escritos. Qué cosas.
Home sweet home - Mötley Crüe. Se dice que es la primera power ballad que dio el rock duro, así que, como mínimo, valor histórico sí que tiene. Para mí se queda en un tema del montón, pero tampoco hace daño a los oídos.
I don't want to miss a thing - Aerosmith. Eh, si el graderío pide este tema, adelante. Pero quiero dejar claro que la música del funeral de Bruce Willis en Armageddon es cualquier cosa menos sexualmente excitante.
I want to know what love is - Foreigner. Lo dicho para Toto vale para Foreigner. Eso sí, esta canción sí que es universalmente reconocida como canción de amor. Y te la encontrarás en el 90% de los discos recopilatorios en los que la palabra "Love" esté en el título.
Is this love - Whitesnake. La balada mojabragas definitiva. No había mujer en 1987 que no se pusiera tierna al sonar esta canción. Tocaba un poco los huevos, porque era posiblemente la peor canción del disco, pero oye, todo sea por quedar sensible. Aunque estando Love Ain't No Stranger en el disco anterior y Sailing Ships en el siguiente...
More than words - Extreme. Sí, si es muy tierna. Sí, si es muy bonita. Entonces... ¿por qué me da tanto asco esta canción? No solo es que no sea un tema hard, es que traspasa las fronteras de lo que se puede considerar simplemente rock, cayendo en el pop más baboso. Ni la voz de Gary Cherone ni la guitarra de Nuno Bettencourt hacen que esta moñez valga la pena. ¿Que por qué la pongo, entonces? Porque, por mucho que me joda, puntúa extremadamente alto en el mojabragómetro.
Silent Lucidity - Queensrÿche. Bueno. Más que con una chati, esta canción se disfruta más con una copa de coñac mientras te fumas un cohiba, pero bueno...
Y el enlace para oírlas todas, aquí.
Oye, que un descubrimiento esto del Spotify. Próximamente, más.
Cuando empiezan a interesarte las chicas, a principios de la adolescencia, te dan algo parecido a miedo. Las miras con curiosidad pero sin saber a qué atenerte, como al terrario de serpientes del zoo. En algunos casos, la comparación es apropiada y todo.
Más adelante, cuando ya tienes claro que tú también quieres resultar interesante al otro lado, a eso de los 14-15 años, tienes que ser el más macho del lugar. Y ser el más burro es la forma de demostrar que eres el más macho. Aún tardamos unos años en darnos cuenta de que esa técnica está condenada al fracaso.
Poco a poco, la violencia va dejando paso a la chulería. No hace falta ser el que salta más alto, ni el que parte la tabla más gorda de un puñetazo, ni el que se ha metido en más jaleos con los compañeros de clase. Pero un verbo florido y una actitud prepotente seducirá a más de una. Al menos momentáneamente.
Y justo antes de llegar a la fase definitiva, la de "si te gusto como soy, bien, y si no, puerta", pasas por una en la que, como reacción a toda la testosterona pasada (y aún presente, pero disimulada) pretendes demostrar que tienes sentimientos. Que eres un tío tierno y sensible. ¿Y qué mejor forma que hacer ver que tienes una serie de cintas de cassette (eh, nací a principios de los 70, compré mi primer CD pasada la veintena) llenas de música romántica y melancólica. Para un tipo normal, estará llena de moñadas de los Platters, los Righteous Brothers, Otis Redding, U2, los Beatles y gentuza similar. Pero, oh, resulta que el que suscribe es jevimetalero de pro y tiene que levantar el puño ondeando las melenas al viento hasta para ser tierno. Lo cual tampoco es un problema, porque todos habéis oído alguna vez eso de "las mejores baladas son las jevis", que, por cierto, es rotundamente cierto. Las mejores baladas, las mejores canciones cañeras, los mejores medios tiempos, las mejores canciones fiesteras y los mejores todo. Los jevis somos la hostia y punto. Y viva la señora madre que nos parió (la señora Josefa, en mi caso).
Dejando de lado la exaltación de la superioridad metalera, venía a rememorar los grandes éxitos de esas cintas de 90 minutos (que en mi caso llegaron hasta el volumen 11)... en orden puramente alfabético, por cierto.
18 and life - Skid Row. Cuando Bon Jovi estaba plenamente establecido como figura puntera del Hard Rock, se dedicó a descubrir y apadrinar grupos nuevos. Skid Row y Cinderella fueron los más notables. Mala baba adolescente, un cantante guaperas, himnos hard y baladas bonitas. La receta para el éxito que llegó con su primer disco, y habría seguido si los egos de los niñatos se hubieran quedado en su sitio. Sea como sea, 18 and life es una de las power ballads más memorables de la historia.
Africa - Toto. Llega un momento en el que eso de Rock Para Adultos empieza a llamarte la atención. Será que te haces mayor. Y en toda recopilación de AOR (Adults Oriented Rock, significa el término) que se precie, habrá algo de Toto, y casi siempre es este Africa. Igual no es un tema del todo romántico, pero no desentona.
Alone again - Dokken. La receta de la voz dulce, los estribillos pegadizos y el cantante guapetón no fallará nunca, ni en el rock, ni en el pop, ni en ningún género. Y Dokken, de no ser por el guitarrista George Lynch, no habría sido especialmente memorable. De hecho... ¿ha escuchado alguien algún disco del grupo tras la partida de este hombre? Me lo temía.
Always - Bon Jovi. La primera frase del comentario sobre Dokken no deja de ser aplicable en este caso, pero es que además Always, no siendo ni de lejos la mejor balada de Bon Jovi (ese honor estaría en Living in sin o I'll be there for you), es una recopilación de todos los tópicos de la power ballad. Es como dejar a una chica diciendo "no es por tí, es por mí, necesitamos tomarnos un tiempo para pensar" y todo eso. Desde la melodía melosa hasta la presencia de unos guaperas y jovencitos Jack Nosaeworthy, Keri Russell y Carla Gugino en el videoclip, pasando por la moñez de "I will love you, baby, always" en el estribillo.
Another day - Dream Theater. Alguna canción hay que meter que no sea sólo para ellas, ¿no? Por muy moñas que haya que ponerse, algo de música de verdadera calidad se agradece. Este tema no estorba, pero desde luego que no es el momento de lanzar el ataque definitivo.
Before the dawn - Judas Priest. Este tema siempre ha sido un inesperado fracaso. Sí, es un tema lento. La melodía es muy bonita. La letra... más desamor que amor, pero ya he mencionado que las conquistas que caían con una cinta que pone "Baladas nº 4" no eran precisamente bilingües. Pero parece que nadie más que yo le coge el punto a esta canción. Pero me da igual, me encanta y aquí está.
Believe in love - Scorpions. Sí, por supuesto que tenían que aparecer por aquí Scorpions. Pero dado que estoy hasta los cojones de Still Loving You (más o menos, desde hace 20 años), pongo esta, a mi modo de ver, mucho mejor canción de su disco más injustamente olvidado, el Savage Amusement. Además, esta canción en su día fue símbolo de la caída del comunismo, con lo que tiene un valor sentimental añadido :-)
Carrie - Europe. ¿Quién no cayó en las redes de los suecos en los 80? ¿Quién no encendió un mechero por Carrie? ¿Quién no meneó los pelos con Rock The Night? ¡Si hasta Alianza Popular sacó una melodía electoral que era clavada a The Final Countdown!
Close my eyes forever - Lita Ford. Tierna, lo que se dice tierna, no es. Bonita, lo que quieras. Eso sí, a Lita la habríamos hecho un hijo más de uno en aquella época. La versión original era un dueto con Ozzy Osbourne. Y sí, el tarado de Ozzy hizo cosas buenas en su día. Cualquiera lo diría, oyendo lo que ha hecho en los últimos 15 años...
Courage - Manowar. Eh, ¿qué pasa? Si ellas pueden mojar las bragas, nosotros tenemos derecho a mojar los gallumbos, ¿no? Una balada para levantar los puños, hijos del metal.
Cryin' - Vixen. Un grupo formado por cuatro nenas monas (ay, esa guitarrista, cómo estaba...) haciendo música de lo más normal. Producto prefabricado, que no era lo más destacable de la época, pero desde luego no era lo peor. La canción... bah, no estaba mal. Si hubiera sido un grupo de tíos no creo que hubiera pegado ni la mitad. Love Is A Killer, de su siguiente disco, era mucho mejor, pero no tenía un videoclip con cuatro macizorras levantando hormonas a su paso.
Don't Know What You Got ('Till It's Gone) - Cinderella. La voz del cantante de este grupo recuerda a AC/DC, pero sin apartarse mucho de las lentejuelas y las mechas de sus mecenas. Memorable este tema, por cierto. Aunque más que de arrimar la cebolleta es una canción de sentarte en el sofá y ver la lluvia caer al otro lado de la ventana.
Every rose has its thorn - Poison. La definición de balada moñas. Tierna, con voz dulce, con solo de guitarra relajado, con chicos guapetes (aunque en las fotos del primer disco no quedaba muy claro el género de estos cuatro), y con chorraletra monita.
Fly to the angels - Slaughter. Si tu novia es heavy también, este tema es una triunfada segura. Si no... quizás la voz de Mark Slaughter sea un poco más aguda de lo que ella pueda soportar.
Forever - Kiss. Otra recopilación de tópicos como Always, incluyendo a Michael Bolton haciendo coros. Tanto es así, que en la VH1 quedó como la tercera peor canción de metal de la historia. Bueno, teniendo en cuenta que en esa lista están Here I Go Again de Whitesnake o The Last In Line de Dio, no cabe más que decir que los que la hicieron son unos bobos de los cojones.
Heaven - Warrant. De su primer disco, Dirty Rotten Filthy Stinking Rich, típica banda de rock americana de los 80. Tipos guapitos de pelos cardados, baladas memorables y problemas con el alcohol. Por cierto, Heaven es un título bastante típico para una balada ochentera. Me vienen a la cabeza una de Bryan Adams y otra de Tigertailz, además de esta.
Hell is living without you - Alice Cooper. Y si los moñas de Warrant hablan del cielo, el macarra de Alice Cooper saca el infierno. Otra canción que a mi me parece preciosa pero no levanta pasiones entre las féminas...
High enough - Damn Yankees. Qué grande, Ted Nugent. Un tipo que está a favor de todo lo que parezca paleto y retrógrado, y resulta que es el intérprete de uno de los temas más tiernos jamás escritos. Qué cosas.
Home sweet home - Mötley Crüe. Se dice que es la primera power ballad que dio el rock duro, así que, como mínimo, valor histórico sí que tiene. Para mí se queda en un tema del montón, pero tampoco hace daño a los oídos.
I don't want to miss a thing - Aerosmith. Eh, si el graderío pide este tema, adelante. Pero quiero dejar claro que la música del funeral de Bruce Willis en Armageddon es cualquier cosa menos sexualmente excitante.
I want to know what love is - Foreigner. Lo dicho para Toto vale para Foreigner. Eso sí, esta canción sí que es universalmente reconocida como canción de amor. Y te la encontrarás en el 90% de los discos recopilatorios en los que la palabra "Love" esté en el título.
Is this love - Whitesnake. La balada mojabragas definitiva. No había mujer en 1987 que no se pusiera tierna al sonar esta canción. Tocaba un poco los huevos, porque era posiblemente la peor canción del disco, pero oye, todo sea por quedar sensible. Aunque estando Love Ain't No Stranger en el disco anterior y Sailing Ships en el siguiente...
More than words - Extreme. Sí, si es muy tierna. Sí, si es muy bonita. Entonces... ¿por qué me da tanto asco esta canción? No solo es que no sea un tema hard, es que traspasa las fronteras de lo que se puede considerar simplemente rock, cayendo en el pop más baboso. Ni la voz de Gary Cherone ni la guitarra de Nuno Bettencourt hacen que esta moñez valga la pena. ¿Que por qué la pongo, entonces? Porque, por mucho que me joda, puntúa extremadamente alto en el mojabragómetro.
Silent Lucidity - Queensrÿche. Bueno. Más que con una chati, esta canción se disfruta más con una copa de coñac mientras te fumas un cohiba, pero bueno...
Y el enlace para oírlas todas, aquí.
Oye, que un descubrimiento esto del Spotify. Próximamente, más.
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