lunes, diciembre 15, 2008

Rodrigo Rato, rata de barco

No pretendo insultar a uno de los pocos políticos salvables que tenemos en este país, pero la analogía con las ratas, que son las primeras que abandonan el barco cuando va a hundirse, es inevitable.


Cuando se prepararon las listas para las primeras elecciones encadenadas por Marianico, el artífice del milagro económico español desapareció de la vida política española. Según algunos, fue un cabreo por no ser él el número uno. No extraña, porque parece ser que este hombre es soberbia pura. Sea como sea, tras el penoso espectáculo que dio el PP en la primera legislatura de ZP, todo el mundo coincidió en que tuvo mucha suerte de haberse largado a tiempo.

En estas, nos llevan a Don Rodrigo a hacer las Américas. Y el flamante director del FMI abandona su puesto tres años después, alegando motivos personales y dejando sorprendido a todo el mundo. Meses después, cae encima una crisis del carajo en la que se empieza a dudar de la validez del sistema capitalista. De nuevo, qué suerte que ha tenido de haberse largado a tiempo.

Yo no sé lo que pensarán ustedes, pero si yo me entero de que Rodrigo Rato abandona repentinamente alguna organización en la que yo tenga metida pasta, la sacaré todo lo rápido que pueda, que la hostia viene pronto.

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