viernes, julio 04, 2008

En carretera

Había dicho tiempo atrás que alguien debería enseñar a los asturianos a hacer carreteras. Me tocó hacer un viaje desde Madrid hasta Lugones y la parte asturiana fue un miedo constante. Vale que por esa época aún tenía vértigo, pero esas carreteras por la falda de la montaña que al otro lado del quitamiedos tenías un barranco del copón acojonaban. Me preguntaba si a nadie se le había pasado por la cabeza tirar abajo todas esas putas montañas y hacer carreteras en llano, como Dios manda. Bueno, si algún día Gallardón llega a presidente del Gobierno no lo descarto.

Pero ayer tuve que hacer otro viaje, a Ramales de la Victoria en Cantabria. Cuando pensaba que no podía ver carreteras más incómodas que las asturianas, me di cuenta de que, cuando crees que lo has visto todo, siempre puede ser peor. Mucho peor.

Aún así, espero no llegar a ver por aquí el caos circulatorio que vi a las afueras de Shanghai...

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