lunes, enero 12, 2009

No a la guarra redux

Ya ha estado la voceras dando por saco otra vez. Ahora, parece ser que protesta contra la barrabasada que está montando Israel en Palestina. Y aunque estoy totalmente de acuerdo en que lo que están haciendo hace que el apelativo "hijosdeputa" no sea excesivo, también hay que reconocer que al otro lado tampoco son precisamente hermanitas de la caridad. Y, por mucho que en este caso nuestras opiniones coincidan (más o menos, que la tipeja ésta sólo vocea contra Israel, que de las burradas de los palestinos no dice nada), me saca de mis casillas.

Lo reconozco, la voceras me cae mal. Me parece una hortera, una barriobajera, y una mierda pinchada en un palo como actriz, que es de lo que supuestamente trabaja (aunque puede que sea una tapadera para su auténtico modo de ganarse las habichuelas como lameculos del Pesoe). Cualquier causa en la que esta tipa aparezca como abanderada se gana instantáneamente mis más profundas antipatías.

Los berreantes contra la guerra de Irak (la segunda, que parece que la primera caía bien a todo el mundo, por mucho que el trasfondo fuera no tan lejano a lo que tenemos aquí con Gibraltar... ¿será acaso que el que mandó las tropas a la primera fue Felipe González?) me tocaban los huevos de sobremanera. Y eso que el apoyo irracional a esa invasión (que sí, que hubo un pacto bajo cuerda, que lo sé) fue lo que motivó mi salida del PP. Pero lo siento mucho, esas formas me provocan un rechazo instantáneo. Aunque puntualmente estemos de acuerdo (es lo que tiene la libertad de pensamiento, a veces estás de acuerdo con unos, a veces con otros... y muchas con ninguno), jamás podré estar del lado de los que usan el insulto como argumento. Ni la voceras, ni el Almodóvar, ni Carmelo Gómez. Mira que me gusta este tipo como actor, pero eso de cruzármelo hace unos años por Plaza de España y oírle diciendo "hay que ser muy subnormal para votar a esos hijos de puta fascistas del PP"... qué lástima. Lo bien que habla las palabras de otros y la cantidad de mierda que tiene dentro de la cabeza... Y lo que disfruté Tierra o El Perro del Hortelano, todo hay que decirlo.

Lo dicho, por mucho que piense muy parecido a mí...

Hablaba con mi señora el viernes sobre este tema. Nos preguntábamos por qué si eres de derechas tienes que apoyar a Israel, y si eres de izquierdas tienes que apoyar a Palestina. Y al revés, que si dices que apoyas a Palestina unos te llaman rojo, y si insinúas que puede que entre los palestinos haya algún hijoputilla ya te ha caído el sambenito de fascista. En fin. Parece que abandoné el PP porque el pensamiento libre estaba mal visto y resulta que lo que ocurre es que el pensamiento libre es raro entre la raza humana...

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