jueves, abril 20, 2006

Comunismo y juventud

Se dice por ahí que quien no es de izquierdas a los 20 años, no tiene corazón. Y que quien sigue siéndolo a los 40, lo que no tiene es cerebro.

Debe ser que nací sin corazón. Nunca he simpatizado con ningún sistema político existente, ni con ninguna ideología predefinida. Pero desde que empecé a interesarme por la política (allá por los 13 años, a finales de 7º o principios de 8º de EGB), mis ideas han estado más próximas a la derecha que a la izquierda.

(Si es la primera vez que vienes por aquí o no me conoces en profundidad, te cuento: mi sistema socio-político ideal -y como ideal, reconozco su inviabilidad- sería una mezcla entre el anarquismo utópico, el capitalismo y las organizaciones gremiales)

Aunque sí es cierto que, en algún caso me he sentido levemente cercano a las sensibilidades de ciertos sectores de la izquierda. Con veintipocos, me gustaban bastante grupos como Reincidentes, Barricada y similares. ¿Era sensibilidad social o atracción musical?

Hace pocos días, le he puesto la mano encima a la discografía completa de Reincidentes. Y, aparte de que musicalmente son auténtica ponzoña (no puedes esperar más del punk rock), volver a escuchar sus letras me ha producido vergüenza ajena. Y propia, qué cojones.

Por Dios, ¿cómo puede haber gente que haga una canción alabando la dictadura castrista? ¿Estamos tontos o qué? Mucha libertad y muchas pollas, ¿pero alabas una puta dictadura militar? Coño, aquí también hubo una dictadura militar... ¿esa también es buena? Ah, que no...

Es cojonudo el concepto de libertad de esta gente (y no me refiero sólo a Reincidentes). Libertad y respeto para todo el mundo... a no ser que sea católico o de derechas, que entonces, hostias. Vamos, la exaltación suprema del doble rasero. El paso del ganso nazi da grima, pero el soviético mola.

Ahora, en serio. ¿Alguien se extraña de que el Comunismo haya sido un fracaso brutal? Vamos, el Dark Angel de la sociedad. Dos temporadas y a tomar por el culo, por mucho Cameron y mucha Alba que tengas. Pues lo mismo, menos de un siglo, por mucho Stalin y mucho tanque que tengas.

Un día han pasado en mi reproductor las canciones de estos tipos. Y sólo hay una que me haya gustado: Dolores. El resto me han dado grima y me han recordado días y gentes que no quería recordar. Dejemos que Reincidentes y el comunismo sean parte de un recuerdo olvidado, mezclado con los hielos de un mini de calimocho vacío a las tres de la mañana en un parque de Malasaña.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sin simpatizar con ningún sistema político, reconozco sentirme también a menudo más cerca de la derecha que de la izquierda. Sobre todo cuando, como dices, la izquierda deriva hacia comunismos utópicos que no son otra cosa que sistemas dictatoriales con economías planificadas y nacionalizadas planificadas centralmente.

De hecho, visto el panorama y los intereses de los que gobiernan, cada día me da más grima todo lo que suene a nacionalizado (estando, no obstante, a favor de la sanidad pública, sistemas de desempleo, etc etc).

No me preguntes como he llegado hasta aquí, no tengo ni idea. Saltando, supongo.