Nueva ambientación, nuevos malos, nuevos protas y unas expectativas creadas por mucha gente que decía que era incluso mejor que SG1. Y me encuentro, tras el visionado de los cinco primeros capítulos, con...Nueva ambientación: la ciudad perdida de Atlantis. En SG-1 no salían de la montaña Cheyenne porque estaban de curro hasta las orejas, en ésta están perdidos en el culo del mundo y no tienen donde ir. Resultado: mucho tiempo en la base y viajecitos a otros planetas por el Stargate. Cambio de decorado y poco más.
Nuevos malos: los Wraith. Que no sé por qué no han traducido como "espectros", que la es una palabra inglesa normal, no como Go'auld, por ejemplo. Y resulta que estos tipos son algo parecido a vampiros surgidos de un cruce entre un elfo oscuro y un miembro de Lordi. Ah, y con la personalidad egocéntrica y malvada de los Go'auld. Lavado de cara, pero nada nuevo bajo el sol.
Nuevos protas:
Nuevos protas:
- Tenemos a la Dra. Elizabeth Weir en el rol que tenía el General Hammond. Cambios: mujer por hombre, civil por militar y gilipollas insoportable por líder eficaz. Pff.
- El Coronel John Sheppard es el nuevo líder militar de los comandos que salen de parranda. El mismito papel del General de Brigada Jack O'Neill en SG-1, pero sin un ápice de carisma.
- Rodney McCay es un híbrido entre la Teniente Coronel Samantha Carter (por sus conocimientos científicos y tal) y O'Neill (por los comentarios jocosos a la par que ingeniosos, pero molando mucho menos que Jack). Un tanto cargante, y eso que en los dos episodios que le he visto en SG1 se sale.
- Teyla es otro híbrido. Toma el relevo de Teal'c (es una alienígena que acompaña a los humanos) con el matiz de niña mona florero que a veces tenía Sam. Si no saliera, no se perdía absolutamente nada.
