domingo, julio 11, 2010

El puto fútbol

A ver, a mi no me molesta que la gente tenga sus aficiones raras. Respeto que haya quien le guste el fútbol, tanto como que haya adictos al macramé, a la parapsicología o a masturbarse mirando fotos de gatos monteses. A mí me gustan los tebeos de superhéroes, los cuentos de Lovecraft, las pelis de zombis y el rock progresivo, así que no soy quién para criticar las rarezas de los demás.

Lo que ya empieza a tocarme los huevos son las celebraciones públicas. Cuando yo salí del concierto de Dream Theater y Opeth el año pasado, no iba berreando por las calles de Leganés "Tíoooooo... ¡Vaya puta fiera es Mike Portnooooooy!", por mucho que sea el mejor batería que he visto en directo. Me limité a ir caminando despacito hacia la parada de metro con una sonrisa de satisfacción de las que se ponen pocas veces, un típico pitido en el oído y una camiseta de la gira en la mano. Y algún comentario puntual a mi compadre de conciertos, del tipo "creo que he tenido una erección con Pull Me Under". Del mismo modo que tampoco salgo a berrear por la calle diciendo "¡Cthulhu, Cthulhu, Cthulhu!" cuando cierro un libro o "¡Cerebrooooos!" cuando acaba una peli.

No quiero decir que desapruebe el fútbol. Yo tuve una época en la que rara era la semana en la que no veía algún partido, pero se acabó a mediados de los 90. Y me parece muy bien la gente que queda para ver un partido se interese por ello y consigue contagiarse de la alegría colectiva tras la victoria, siempre y cuando la celebración sea o privada o razonable. Ya me gustaría a mí darme semejantes satisfacciones, pero me pasa como con la religión. No creo en ningún dios, no creo en otra vida ni reencarnaciones varias y el fútbol no me transmite nada. Creo que mi vida sería mucho más alegre si estas cosas fueran al revés.

Anoche el partido debió acabar a eso de las 23:00. En el momento en el que oi "gooool" me quedó claro que meterse a la cama a las 23:30 iba a ser una pérdida de tiempo, así que nos pusimos algo en la tele (el primer capítulo de Avatar, la leyenda de Aang) y estuvimos haciendo tiempo hasta las 00:00.

Y aquí aparece ya lo que me toca las narices. Una hora después, seguían pasando energúmenos descerebrados berreando, tirando petardos, soplando las putas vuvucelas, pitando con el coche... Y dos horas después. Y tres horas después me vence el sueño, pero me cuenta un compañero que por su barrio debieron estar jodiendo hasta pasadas las 6. Y es por elementos como estos que me acaba dando asco el fútbol.

Luego te encuentras con que estos elementos te insultan por mosquearte. Anda y tócate los cojones, resulta que el impresentable soy yo por querer dormir en mi casa a horas razonables. Y que no soy patriota por no alegrarme de la victoria de la selección. Eso sí, cuando hace 15 años yo llevaba un reloj con la bandera de España en la correa, escuchaba (de boca de alguno de estos, incluso) lindezas que iban desde "puto facha" para arriba. Pues nada, majos. Así se celebre un festival de reguetón debajo de vuestras ventanas y tengáis hasta las siete de la mañana del día siguiente una horda de memos berreando que a no sé quién le gusta no sé qué combustible. Y antes de protestar, recordad vuestra jodienda de anoche.

Y sobre lo de "hemos ganado", pensad lo siguiente: De nuestros impuestos ha salido el viaje que se han pegado estos tipos. Dado que no creo que hayan ido en Vueling, veamos un vuelo normal en Iberia: 3755€. Probablemente hayan ido en primera, además, con lo que habrá sido más, y en fechas más caras. Ida y vuelta, 7510€ por tío. Hotel, qué menos que 300€ por noche, que no creo que hayan dormido en Pensión Lola. Desde el 16 de junio hasta el 12 de julio, 31 noches de hotel. 9300€ por tío. Total, 16810€ por miembro de la selección desplazado. Supongamos, tirando por lo bajo, que entre futbolistas, entrenadores y demás han ido 30 tíos, y no tengamos en cuenta políticos y representantes varios que han ido a ver los partidos. Eso hace un total de 504300 €.

Vale, la FIFA va a pagar una prima de 600000€ a cada futbolista por la victoria. Sabiendo que tributan al 43% (antes era más, pero Zapatero decidió bajar los impuestos a los ricos y subírselos a los pobres al poco de entrar), a las arcas públicas manda cada futbolista 258000€. Y eso suponiendo que no haya ninguno empadronado en Andorra para evadir la presión fiscal española, o jugando en ligas extranjeras. En total, con 23 jugadores, la victoria nos ha dado 5934000€, a los que descontamos los 504300 de gastos, haciendo 5429700€ de ingresos.

O sea, que a los casi 47 millones de habitantes que tenemos, este ingreso nos toca a 0.11€ por habitante. Una inversión brutal, vamos. Ni a una bolsa de monchitos por cabeza. Que con esto salimos de la crisis hoy mismo. Mañana, a más tardar.